18 ago 2016

Smoothies verdes: Dos Recetas y Consejos

Smoothie Verde de Mango y Naranja / Smoothie Verde de Piña y Coco_ Helen


En pleno verano no apetece mucho utilizar el horno, así que durante unas semanitas voy a ir dejando en el blog recetas refrescantes tanto para degustarlas como para hacerlas. Empezamos esta semana con un par de recetas de smoothies y próximamente ...¡helados!





Soy muy fan de los smoothies porque nunca encuentro el momento para comer fruta, aunque me encanta, y me resulta mucho más interesante simplemente cortarla, ponerla en la batidora y en un plis plas tener una apetitosa bebida. Para desayunar o merendar, o simplemente porque tengo sed, es una  buena manera de incluir en mi dieta varias piezas de fruta.





Y si encima le añades alguna verdura las ventajas se multiplican. Yo les pongo siempre un buen manojo de espinacas, una verdura que yo odio cocinada pero que sí me gusta cruda en ensaladas. Añadirla a los smoothies mezclada con la fruta es una buena opción para completar la cantidad diaria de verduras que todos deberíamos comer pero que al menos yo no hago, no todos los días.
Y si no te gusta en absoluto la verdura esta es una manera perfecta de comerla, porque mezclada con la fruta ni se nota el sabor.





A continuación dos recetas y algunos consejos simples para sacar el mejor partido a los smoothies verdes.








CONSEJOS BÁSICOS:


  1. Empezar con una base líquida. Mejor zumo, o leche (puede ser normal de vaca pero aconsejo usarla vegetal. La de coco y la de almendra son mis favoritas). Para un smoothie bien grande, o dos pequeños, aprox. unos 200 ml de líquido (algo menos de una taza)
  2. Añadir las verduras. Es mejor batir primero la parte verde con la líquida para que quede perfectamente mezclada.
  3. Añadir dos o tres tipos de fruta. Yo uso siempre al menos medio plátano. Porque es una fruta que me encanta y porque aporta cremosidad para compensar si las otras frutas son más líquidas (medio aguacate también hará la misma función).
  4. La proporción de verdura y fruta, para que el smoothie tenga buen sabor y no se note mucho la verdura, tiene que ser de un 50% más de fruta. Si pones una taza de verdura pues una taza y media de frutas.
  5. Mejor evitar añadir cubitos de hielo. Yo tengo suficiente con que las frutas estén frías de la nevera para que el smoothie tenga el punto de frío que me gusta. Si os gustan muy muy fríos la mejor opción es usar algunas de las frutas congeladas.
  6. Si se quiere un smoothie más cremoso se puede añadir un yogur, mantequilla de cacahuete (dos cucharadas) o un puñado de frutos secos como nueces, almendras o anacardos (siempre crudos).
  7. Si lo queréis más dulce usar miel o sirope de arce.
  8. Para un extra de sabor nada mejor que algo de cacao en polvo, especias como la canela o el jengibre, extracto de vainilla o unas hojas de menta.



SMOOTHIE DE MANGO Y NARANJA

  • 200 ml de zumo de naranja
  • un buen manojo de espinacas
  • medio mango
  • medio plátano o banana



SMOOTHIE DE PIÑA Y COCO
  • 200 ml de leche de coco
  • un buen manojo de espinacas
  • media piña
  • medio plátano o banana
  • coco rallado, un puñado.

En ambos casos batir primero el líquido con las espinacas hasta que queden totalmente integradas. Añadir el resto de ingredientes y volver a batir.



Estos dos smoothies están realmente buenos pero el de piña y coco, para  mi gusto, es totalmente espectacular.



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